NARRACION DE HISTORIA DOMINICANA

Ubi Rivas, El Nacional, 1 de septiembre de 2013, p. 30

Narración de historia dominicana

Orlando Inoa es un talentoso joven acucioso e incisivo investigador, nativo de San José de las Matas, con una irrefrenable vocación por escudriñar el pretérito dominicano que se define como historia, y su última prueba a esa misión es la entrega de Historia Dominicana, que comienza con la colonización y concluye en forma abrupta y escueta con la Era de Trujillo.

En una presentación de 705 páginas, Orlando Inoa desglosa en diez capítulos, empezando por la odisea náutica más trascendental que registra la historia humana que es el descubrimiento registrado del Nuevo Mundo por el inmortal argonauta genovés Cristóbal Colón Fontanarrosa, hasta el trágico inicio de la Era de Trujillo.

Identifiqué en la obra algunas primicias que ignoraba, como la de Cristóbal Rodríguez, el primer europeo en conocer el idioma de los aborígenes, los costos de preparar la expedición pionera de Colón que fue de dos mil maravedíes, que hoy supondría un millón de euros, y que taíno traducía “hombre bueno”.

Reconociendo la dedicación por muchos pormenores apenas tratado por sus colegas en lo que los historiadores denominan intra historia, es decir, recovecos inéditos ó soslayados, Orlando Inoa no edifica en relación a las cuatro fundaciones de Santiago de los Caballeros, sino que dice que Bartolomé Colón fundó esa villa, cuando la realidad de su fundación es mérito de su hermano, Cristóbal, el 25 de julio de 1495. Gazapos comprensibles en todo historiador.

Omite el saqueo a Santiago de los Caballeros por Francis Drake en los primeros días de febrero de l586, luego de asaltar y depredar a Santo Domingo por 30 días desde el 10 de enero de 1586 hasta el 1 de febrero del mismo año, de los varios que sufrió la villa creada por la reina Juana el 8 de diciembre de 1508 con la venia de su padre, el rey Fernando El Católico, junto a l5 villas más. En realidad villorrios de tablas de palma cobijadas con yaguas o canas.

Empero, su descripción de la etapa colonial es profusa en pormenores, ilustrativa, acuciosa, comparándola con otros colegas suyos, Antonio del Monte y Tejada, José Gabriel García, Ramón Marrero Aristy y Frank Moya Pons.

Trata con profusión de datos, referencias y gráficas el dominio de Haití por 22 años de la parte Este de La Española, el protagonismo pionero del Patricio Supremo de la nacionalidad dominicana, Juan Pablo Duarte Díez, sus grandes sacrificios, penas y desconsideraciones por el general Pedro Santana que lo alojó en La Torre del Homenaje y expatrió, y Los Restauradores que lo desdeñaron.

Describe el acto proditorio de la Anexión a España liderada por Santana con el apoyo de los orcopolitas que dominaban la economía hatera y cortes de árboles maderables, la gesta terrible de la guerra restauradora de campesinos desnutridos, descalzos, harapientos, como describe Pedro Francisco Bonó, contra un ejército organizado, superior en armas, que es el factor que deciden las guerras, menos ésa, donde se impuso la guerrilla, la sorpresa y tierra arrasada.

Las luchas intestinas entre rojos y azules con las montoneras de los caciques que con dos docenas de peones ya eran “generales” y chantajeaban a los gobiernos, situación que crearon las condiciones para la primera afrentosa intervención del imperio de 1916 al 1924.

El desprecio de Buenaventura Báez Méndez por la soberanía nacional, sus intentos por vender la República al mejor postor, el gobierno nefasto y sangriento de los Seis Años, el empréstito de Harmont, inicio del suplicio de la deuda externa, refrendada por el terrible Ulises Heureaux con Westendorp y luego la San Domingo Improvement, y el desiderátum de Concho Primo, que cimentó las bases para que el brigadier Rafael Leónidas Trujillo, jefe del Ejército, traicionara a su protector, el presidente Horacio Vásquez y asaltara el poder, iniciando un calvario de terror, crímenes y latrocinios por 3l años, inauditos en el país y en América Latina.

Un aporte mayúsculo de Orlando Inoa en esta obra que incorpora 85 documentos relevantes del acontecer histórico dominicano, con una formidable iconografía.